Si te preocupa tener problemas de memoria o sospechas que una persona de tu entorno esté iniciando deterioro cognitivo es importante confirmar si la sospecha es real.
Para ello consulta con tu médico de familia, él te derivará a un servicio de atención especializada, principalmente neurología o geriatría. Una vez descartado o confirmado el diagnóstico el médico te derivará a otros servicios especializados que te ayudarán a afrontar la enfermedad y en el tratamiento no-farmacológico y cuidados necesarios como pueden ser: Asociaciones de afectados, Servicios de intervención temprana, Centros de Día, Servicios de intervención en domicilio, Grupos de Ayuda Mutua…